La vida moderna puede llevar a sentir presión, estrés y frustración. Preocuparse acerca de la estabilidad laboral, estar saturado de trabajo, conducir en horas pico o discutir con su pareja generan estrés. Según un reciente estudio de la American Psychology Association, cincuenta y cuatro por ciento de los americanos están preocupados por el nivel de estrés en su vida diaria y dos tercios de los americanos opinan que son susceptibles de necesitar ayuda para dominar el estrés.

Usted puede sentirse estresado físicamente como resultado de muchas cosas pendiente por hacer, no tener suficiente horas de sueño, estar mal alimentado o por efecto de padecer alguna enfermedad. El estrés puede también ser mental y se presenta cuando usted está preocupado por dinero, la enfermedad de algún familiar, retiro, o por experimentar un evento emocionalmente devastador tal como la muerte de su pareja o ser despedido de su trabajo.

Sin embargo, muchas veces el estrés viene de responsabilidades cotidianas menos dramáticas. Las obligaciones y presiones, ya sean físicas o mentales, no siempre son evidentes. En respuesta a estas preocupaciones diarias su cuerpo automáticamente aumenta la presión sanguínea, el ritmo cardíaco, la respiración, el metabolismo y el flujo de sangre hacia los músculos. Esta respuesta busca ayudar a su cuerpo a reaccionar rápida y efectivamente a una situación de alta presión.

Si las situaciones estresantes se acumulan su cuerpo no tendrá oportunidad para recuperarse. Esta activación de largo plazo del sistema de respuesta anti-estrés puede interrumpir todos los procesos de su cuerpo. Algunas de las respuestas físicas mas comunes al estrés crónico son:

  • Sistema digestivo: Dolor de estómago o diarrea son muy comunes cuando usted está estresado. Esto ocurre porque las hormonas del estrés retarda la producción de ácidos estomacales y el vaciado del estómago. Las mismas hormonas también estimulan el colon acelerando el paso de su contenido.
  • Sistema Inmunológico: El estrés crónico tiende a sabotear su sistema inmunológico, haciéndolo mas susceptible a resfriados y otras infecciones. Típicamente su sistema inmunológico responde a infecciones liberando algunas substancias que causan inflamación. La inflamación crónica del sistema contribuye al desarrollo de enfermedades degenerativas.
  • Sistema Nervioso: El estrés ha sido asociado a la depresión, ansiedad, ataques de pánico y demencia. Con el tiempo, la liberación crónica de cortisol puede causar daño severo a la estructura del cerebro. Cantidades excesivas de cortisol pueden también causar problemas de sueños y pérdida del apetito sexual.
  • Sistema Cardiovascular: Como se mencionó anteriormente, el estrés causa un incremento en el ritmo cardíaco, la presión sanguínea y además aumenta el riesgo de infarto y derrame cerebral.